En la antigua Islandia, al hombre que había entrado en un grave conflicto con la sociedad (de ordinario a causa de un homicidio) le quedaba un recurso: la emboscadura. Aquel hombre se retiraba al bosque, se convertía en un emboscado. Allí vivía de sus propias fuerzas, apoyado en sí mismo. Se convertía en su propio sacerdote, su propio médico, su propio juez. A veces lo acompañaba su esposa. El «bosque» es aquí un lugar espiritual, metapolítico. Hay bosque en los desiertos y hay bosque en las ciudades; lo hay en la soledad y en la colectividad. El Emboscado es, según Jünger, la tercera figura de este siglo, junto al Soldado Desconocido y el Trabajador. Y también es la persona singular, soberana, que se enfrenta a toda forma de opresión.
«Un libro hermoso, lleno de conocimientos profundos y verdaderos y formulaciones muy bellas [...]. Algunas páginas de la caminata por el bosque muestran que el autor está muy bien y profundamente informado políticamente.» Golo Mann
Escritor alemán nacido en Heidelberg. A lo largo de sus 103 años, se transformó en uno de los hitos culturales fundamentales del siglo, no sólo en Alemania, sino en todo Occidente. Inmerso en un siglo convulso, portavoz no oficial de la Kultur germana tan denostada entre 1914 y 1945, sufre en su propia carne los prejuicios que la propaganda achaca a esta Kultur en todo su sentido negativo, prejuicios que, por extensión, no han dudado en esgrimir sus detractores en todo tiempo y lugar. No obstante, al conocedor de su obra no le queda más remedio que doblegarse y, aún no estando de acuerdo con todos sus postulados, reconocer su relevancia en el desarrollo cultural del siglo XX. Participó como voluntario en la primera guerra mundial. La experiencia de aquellos años terribles quedó reflejada en Tempestades de acero, primer tomo de sus Diarios. Terminada la contienda, alternó su afición a escribir y viajar con los estudios de zoología y filosofía. Dentro del conjunto de su extensa obra, ocupan una posición central los Diarios, que ofrecen el testimonio de una trayectoria intelectual que se extiende a lo largo de casi ochenta años. Su obra, polémica donde las haya, ha ido sobreviviendo a los avatares de la Historia gracias a la sedimentada lucidez con la cual ha vivido y dado cuenta, desde una posición personal siempre incómoda y delicada, de los acontecimientos que han ido marcando un siglo cargado de convulsiones de toda índole. Escribió entre otras obras, Acercamientos, La emboscadura, El libro del reloj de arena, Radiaciones (Vol. 1 Diarios de la Segunda Guerra Mundial), Radiaciones (Vol. 2 Diarios de la Segunda Guerra Mundial), Pasados los setenta I (Radiaciones Vol. 3), Tempestades de acero, La tijera, El tirachinas y El trabajador.