La vida de Rye da un vuelco cuando su padre es nombrado gobernador de una de las nuevas colonias experimentales. Además de Rye, los únicos jovenes de la colonia son Kris y Stephanie. El gobernador es un hombre arrogante y autoritario. Científico experto en clonación, se empeña ciegamente en modernizar la isla. El padre de Kris se aferra a las tradiciones ancestrales y cree que la magia y los dioses son la única solución ante cualquier problema. El de Stephanie es un científico de ideas radicales para quien la defensa de sus ideales ecologistas justifica la violencia y la revolución. En un primer momento Rye, Kris y Stephanie defienden la posición de sus respectivos progenitores y se enfrentan entre ellos por esta causa. Pero tras una serie de catástrofes los tres chicos caen en la cuenta de que el enfrentamiento entre bandos no es la solución y que ninguna de las facciones está en posesión de la verdad. Lamentan la actuación de sus respectivos padres y desean liberarse de las ataduras familiares que parecen condenarles a un destino que no desean.