Entre los autores de la Escuela de Salamanca, se encuentra la figura del dominico Pedro Fernández, compañero de profesión en San Esteban de Salamanca de Domingo Báñez, y teólogo tridentino. Si bien no fue profesor en la Universidad de Salamanca, se encuentra plenamente insertado en el marco de influencia de la Escuela salmantina. Se dedicó durante toda su vida a las labores de docencia y gobierno en los Colegios y Centros de Estudio de su orden, siendo apodado: el Provincial Santo. Fue Comisario apostólico y Visitador de la Orden carmelitana. El texto que aquí se edita, los Comentarios a la Suma Teológica, IIII, q77 y q78, provienen del manuscrito autógrafo 1039 conservado en la Biblioteca Vaticana. Allí considera algunos temas centrales de la moral económica: la temática relativa a los criterios para establecer el precio justo y a la usura como referente de justicia en los intercambios y contratos en el comercio y las prácticas financieras.