«Tal como uno de esos pálidos ángeles de mármol que se emplazan sobre los sepulcros, como un pálido mensajero sobre las ruinas del fin de una época, Georg Trakl se alza como el testigo -testigo, partícipe y víctima- de la imposibilidad de nuestro tiempo: encarnar el alma en el mundo.Trakl miró la vida y vio la muerte, por eso escribió, para vivir. Para dejarnos lo que fue esa vida: su obra. Hace años, decenios, que convivo con ella, que me dejo herir por la belleza de la poesía de Trakl. De esa convivencia -vivencia con lo fascinante y lo terrible, la belleza y la revelación de su poesía- surgieron estas páginas.
Este libro, sinceramente, ni explica ni sabe: cuenta. Dice mi hablar de Trakl hablando con Trakl. Narra lo que me pasó, me pasa, encontrándome una y otra vez con él. Dice qué pasó entre mi escucharlo y su decirme, lo que me dio a sentir y lo que me hizo pensar. Ese entre es este libro, desde ese entre nació. Este libro y mi gratitud por la lacerante belleza que Trakl nos dejó» (Hugo Mujica).
Nació en Buenos Aires en 1942. Estudió Bellas Artes, Filosofía, Antropología Filosófica y Teología. Esa variedad de intereses encuentra reflejo en su obra, que va de la filosofía a la narrativa, pasando por la metafísica y la antropología, y cuyo eje vertebrador es siempre la poesía. Fue artista plástico en el Greenwich Village neoyorquino en la década de 1960, antes de hacer voto de silencio y pasar siete años en monasterios de la Orden Trapense, donde comenzó a escribir. Su singular trayectoria vital es la materia prima de una obra que, iniciada en 1983, se ha editado en Argentina, Bulgaria, Chile, Colombia, Costa Rica, Eslovenia, España, Estados Unidos, Italia, México, Uruguay y Venezuela