La presente obra ha llegado hasta nuestros días gracias a una de las relaciones de amistad más célebres de la historia, aquella que La Boétie y Montaigne (albacea literario de nuestro autor) entablaron en el siglo XVI, en una época de expansión del Renacimiento, exploración geográfica e indagación intelectual, pero también de disputas políticas y guerras de religión. Es entonces cuando La Boétie redacta esta reflexión atemporal sobre los resortes del poder y la dominación, sobre el gran enigma de lo político: la servidumbre voluntaria. ¿Cómo puede ser, se pregunta el autor, que los hombres no solo obedezcan, sino que además lo hagan «encantados y fascinados»? Estamos ante un texto que anticipa las ideas de Thoreau y Tolstói, así como las reflexiones de Weil y Arendt sobre el totalitarismo.
Étienne de La Boétie (Sarlat, 1530-Germignan, 1563) fue un escritor humanista, poeta, traductor y magistrado francés partidario de la tolerancia religiosa. Pero además, el autor es recordado como protagonista de una de las relaciones de amistad más célebres de la historia de la literatura, aquella que entabló con Montaigne, quien se convertiría en su albacea literario.