La aparición de La travesía del Cachalote en Inglaterra en 1898, fue acogida con un entusiasmo sin precedentes en este tipo de libros de navegación. Se contaba con todo detalle la hasta entonces desconocida aventura de la caza de ballenas y la vida en un ballenero, cruenta y peligrosa, arriesgada y muchas veces mortal. Singladuras que duraban dos o tres años, barcos que daban la vuelta al mundo y que volvía con centenares de barriles de oro líquido, la grasa fundida de las ballenas. El libro se leyó en colegios y universidades, y el propio Rudyard Kipling, que se lo leía también a sus hijos. Cuando recibió un ejemplar para la prensa le escribió al autor:
"Es inmenso... no hay otra palabra. Nunca he leído nada comparable en su misterio y su asombro marinos, ni creo que ningún libro antes haya abarcado la actividad de la caza de ballenas de manera tan completa, con semejantes escenas de inmenso realismo. Ha aportado usted tal cantidad de información que daría para cinco libros, y le felicito con la mayor sinceridad. Nos ha abierto las puertas a un mundo nuevo.
Un libro que ahora se traduce por primera vez al español.
La travesía del Cachalote es un libro que no puede más que fascinar a todos los amantes del mar y a todos aquellos que aprecian una magistral narración de su maravilla y su misterio, sus terrores y sus retos, su humorismo y sus tragedias.
The London Times
Frank Thomas Bullen nació en Londres en 1857 de origen humilde, y quedó huérfano muy pequeño. A los nueve años, tras la muerte de su tía y tutora, se vio viviendo en la calle, como tantos otros niños de entonces. En 1869 se hizo a la mar y viajó por el mundo primero de grumete y más tarde ascendiendo a segundo y primer oficial. Retirado del mar, fue funcionario de la Oficina Meteorológica de 1883 a 1889. La publicación de La travesía del Cachalote (1898) y numerosos libros posteriores le dio dinero y una gran popularidad. Murió en Madeira el 1 de marzo de 1915.