MATEO-SAGASTA, ALFONSO / GALLEGO, JOSÉ MARÍA (Ilustración)
Diez años después de que el impresor Francisco Robles editara El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, un tal Avellaneda saca una segunda parte sin pedir permiso a dios ni al diablo. Celoso de su negocio, Robles encarga a uno de sus empleados, Isidoro de Montemayor, que averigüe quién es ese tal Avellaneda para ajustarle las cuentas. Habitual parroquiano de tugurios de turbio pelaje, así como de cenobios literarios de abolengo, Montemayor no tarda en descubrir que Avellaneda no es más que un pseudónimo tras el que se oculta alguien que se siente ofendido por Cervantes, a quien tacha de cornudo y homosexual. Deberá para ello adentrarse en las páginas del Quijote y en la vida de su autor con el fin de conocer qué personaje se ha propuesto ensuciar su nombre y hasta enviarlo a la hoguera. José María Gallego pone ahora imágenes a este apasionante trhiller ambientado en el siglo de Oro, con el que Alfonso Mateo-Sagasta se consolidó como uno de los novelistas más brillantes y amenos de la literatura española.
Nacido en Madrid en 1960, es licenciado en Geografía e Historia, especialidad de Historia Antigua y Medieval. Es autor de tres novelas: El olor de las especias (2002), Ladrones de tinta (2004), ganadora del I Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza y del I Premio Espartaco a la mejor novela histórica editada en español, concedido por la Asociación Semana Negra, y El gabinete de las maravillas (2006), que volvió a obtener el Premio Espartaco en el año 2007. En el año 2005 publicó Las flores de otoño, colección de artículos que componen una guía de lectura de varias obras del Siglo de Oro.