Un nativo de Edimburgo, caballero y pícaro, noble y rufián, de nombre Chrystal Croftangry, cuenta a un público que él siente cercano -como si estuviera en una taberna escocesa una noche de invierno alrededor de un fuego- una serie de historias que acontecen en su ciudad y en su país. El libro se va tejiendo como al modo de unas 1001 noches escocesas. De las historias que se nos cuentan, todas bastante amenas, destacan por su patetismo y fondo trágico "La viuda de las tierras altas" y "Los dos pastores". Quizás el verdadero protagonista del libro, además de los hombres y mujeres de Escocia, sea el arte de contar historias interesantes, historias que parten de la anécdota local para llegar a tipos y verdades universales.
Walter Scott (Edimburgo, 1771- Abbotsford, 1832), maestro del diálogo y la descripción, influyó en los novelistas románticos de su tiempo y también en los músicos y pintores que recrearon su obra. Sus principales obras son, además de El pirata, Waverley, El anticuario, Rob Roy, Ivanhoe y El talismán.