GOETHE, JOHANN WOLFGANG VON / MESA, ROSANA
En esta novela epistolar y semiautobiográfica (pues Goethe se inspiró en sus amores con Charlotte Buff), se nos narra el
desdichado amor del joven Werther por Lotte y las fatídicas consecuencias que de él se derivan: a través de las cartas que
Werther envía a su amigo Willhelm, el lector conocerá todos los detalles de la tragedia desde su inicio: la llegada de Werther a la
localidad de Wahlheim, el encuentro con Lotte en un baile y el amor que nace al instante por la joven, que ya está comprometida
con Albert. La situación para ese triángulo en principio tan bien avenido se vuelve insostenible con el paso del tiempo, pues pone
en juego elementos irreconciliables. Werther intuye que la armonía sólo podrá restablecerse con la desaparición de uno de los
vértices.
JOHANN WOLFGANG GOETHE (1749-1832) fue un hombre de saber enciclopédico, que con su vasta obra, que abarca desde poesía hasta tratados científicos, rompió con la encorsetada tradición de la Ilustración y abrió las puertas al movimiento romántico. Tras pasar su infancia y adolescencia en Fráncfort del Meno arropado por una familia de cierto estatus social y político, se trasladó primero a Leipzig y luego a Estrasburgo para estudiar Derecho. Durante su etapa universitaria, Goethe empezó a escribir. Se inició con la poesía, pero no se limitó a ella, también hizo incursiones en el ensayo y en el teatro (Götz von Berlichingen, 1771), y colaboró con una revista de su ciudad natal. En 1774, en apenas un mes, escribió Las penas del joven Werther. . Al año siguiente de su Werther el duque Carlos Augusto de Sajonia le invitó a que se estableciera en la corte de Weimar, donde ejerció diversos cargos a lo largo de su vida. Goethe fijó su residencia definitiva en Weimar, aunque realizó constantes viajes, el más largo de ellos el de dos años (1786-1788) que le llevó a diferentes ciudades italianas y durante el cual escribió los dramas Ifigenia en Táuride, Egmont y buena parte de Torquato Tasso. También durante su larga estancia en Italia empezaría a trabajar en su Fausto, obra cumbre de la literatura universal, cuya gestación se prolongaría prácticamente hasta el final de su vida (la primera parte vio la luz en 1806 y la segunda en 1831, un año antes de su muerte). Entre sus obras posteriores destacaron sobre todo sus novelas Años de aprendizaje de Wilhelm Meister (1796), Germán y Dorotea (1798), Las afinidades electivas (1809) y Años de peregrinaje de Wilhelm Meister (1821