Hace mil años, los Once Dominios fueron invadidos y sus habitantes primitivos se vieron obligados a emprender el camino como Errantes, sin hogar y recibidos con frialdad dondequiera que fueran. Ahora los Dominios los gobiernan los caudillos con mano de hierro, pero hay elementos más subversivos en el paisaje que no pueden controlarse y que pueden ser su perdición. Algunos son espíritus del lugar, del agua, del aire, del fuego y de la tierra. Otros son más fuertes. Y algunos de ellos son humanos. Bramble: una chica de pueblo a la que nadie puede domar obligada a huir de casa por un crimen que cometió en defensa propia. Ash: aprendiz de guarda, obligado a asesinar por una jefa de la que no puede escapar. Saker: un hechicero que no descansará hasta que las tierras sean devueltas a su gente. A medida que se revelan sus historias, junto con las de aquellos con cuyas vidas se entrecruzan, se hace patente que están unidos de maneras que ni un maestro de runas podría vaticinar: unidos por su pasado, su futuro y su sangre.