En la década de los años 30 del pasado siglo XX, ajeno a lo que ocurre a su alrededor, Dámaso, un campesino de un pueblo de Badajoz, lucha por salir de la miseria en una región en la que las tierras son propiedad de los señores y las gentes se mueren de hambre. La guerra trastocará para siempre su existencia, y se verá obligado a huir, mientras su familia sobrevive a duras penas.
Treinta años más tarde, su hijo Manuel, obrero en una fábrica vizcaína, toma parte activa en la que, a la postre, sería la mayor huelga que tuvo lugar durante el franquismo. En consecuencia, será deportado a Extremadura, donde buscará a la familia cuya existencia ignoraba hasta aquellas fechas, y descubrirá lo que realmente ocurrió con sus padres y hermanos.
En esta ocasión, Toti Martínez de Lezea nos sorprende con una descarnada historia sobre una época dura donde imperó el miedo y la crueldad, y que es preciso no olvidar.
Toti Martínez de Lezea, (Vitoria-Gasteiz, 1949), es una de las autoras más conocidas dentro del panorama de novela histórica española. Tras trabajar durante veinte años como traductora técnica y escribir y dirigir más de mil obras para teatro y televisión, publicó en 1998 su primera novela histórica, La calle de la judería. Desde entonces, Toti Martínez de Lezea ha escrito numerosos libros: las novelas históricas Las torres de Sancho, La herbolera, Señor de la guerra, La abadesa, Los hijos de Ogaiz, La voz de Lug, La comunera, El verdugo de Dios, A la sombra del templo, La brecha, El jardín de la oca, La cadena rota y La flor de la Argoma