Una tarde a Habanaguana se le cruzó en su trayecto al río un ser extraño. Su cuerpo apenas se distinguía, enfundado como estaba en corazas metálicas. De debajo del casco le salía una melena rubia, y sus ojos eran del color de las esmeraldas. Empuñaba un pincho puntiagudo en la mano, o sea, una lanza, y al ver a Habanaguana puso cara de haber descubierto a una diosa. Se arrodilló incluso ante ella. La joven, un tanto atemorizada, cambió el color y la textura de su piel. El hombre se alarmó aún más. Quiso Ilamar a sus compañeros, pero la voz no le salía. El perro lo observaba todavía confiado. Habanaguana estaba inquieta por el verdor de aquellos ojos. El hombre, nervioso, avanzó hacia la joven, pero se detuvo ante su desnudez, estiró la mano y tocó la punta de su seno latiente, ella rió sin malicia, pero tampoco sin rubor. Él se acercó estudiándole la mirada. era una mirada feliz, sin extravíos, carente de maldad. La piel de Habanaguana volvió a mutar suave y colorida del tono de la canela o del tabaco.
Zoé Valdés. La Habana, 1959. Estudió en el Instituto Superior Pedagógico; de donde la expulsaron en 1980, año de la llamada Segunda Cacería de Brujas en la Universidad de La Habana. Estudió Filología en la Universidad de La Habana, sin terminarla por decisión propia. Entre 1983 y 1988 trabajó en París en la Unesco, como documentalista cultural; y durante seis meses en la Oficina Cultural de la Embajada de Cuba en esa ciudad. A su regreso a La Habana, y luego de varios años desempleada, desempeñó tareas de buscavidas en los disímiles esfuerzos que hacen los cubanos para sobrevivir, consiguió colaborar en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, de intérprete y acompañante de cineastas franceses, luego pasó al área de guiones del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) como guionista, y más tarde fue la subdirectora de la revista Cine Cubano. Ha publicado Todo para una sombra (poesía, Editorial Taifa, Barcelona, 1986), Respuestas para vivir (poesía, Letras Cubanas, 1986), Sangre azul (novela, Letras Cubanas y Actes-Sud, 1993), La nada cotidiana (Emecé, 1995), traducida a veintidós idiomas, La hija del embajador (novela, Bitzoc, 1995 y Emecé, 1996), Ira de ángeles (noveleta, Lumen, 1996), Te di la vida entera (Finalista del Premio Planeta 1996), traducida a once idiomas, Vagón para fumadores (poesía, 1996), Café Nostalgia (Planeta, 1997), Traficantes de belleza (cuentos, Planeta, 1998), Querido primer novio (Planeta, 1999), Cuerdas para el lince (poesía, 1999), Los aretes de la luna (noveleta infantil, Everest, 1999), El pie de mi padre (novela, Gallimard, 2000), Milagro en Miami (Planeta, 2001). Zoé Valdés vive exiliada en París desde 1995.