Nick Lansing y Susy Branch son jóvenes, atractivos, brillantes. Nick malvive de un menguante patrimonio familiar y de escribir artículos para una enciclopedia, aunque su ambición es ser novelista. Susy, hija de un padre derrochador, lleva desde los diecisiete años sabiendo «arregárselas», y viviendo de prestado en las múltiples casas de sus amigas millonarias. Ninguno de los dos tiene ni un centavo pero están enamorados y deciden casarse, con la condición de que se separarán amistosamente si en un futuro alguno de ellos encuentra «un partido mejor». Los reflejos de la luna (1922), publicada dos años después de que Edith Wharton ganara el Premio Pulitzer por La edad de la inocencia, plantea dilemas morales a través de una animada trama de intrigas, humillaciones y malentendidos.
Edith Wharton nació en Nueva York en 1862. Durante la década de 1890 escribió relatos para Scribner?s Magazine y, en 1902, publicó El valle de la decisión, aunque su reputación literaria se consolidó con La casa de la alegría (1905). En 1905 trasladó su residencia a Francia, donde escribió Ethan Frome (1911). Posteriormente, Wharton produjo un gran número de novelas, libros de viajes, relatos y poemas, entre los que cabe destacar Las costumbres del país (1913), La edad de la inocencia (1920, por la que recibió el Premio Pulitzer, siendo la primera mujer en obtener dicho galardón) o el ciclo de novelas agrupadas bajo el título Vieja Nueva York (1924). Wharton, discípula de Henry James y una de las más importantes narradoras de la literatura norte-americana, murió en Francia en 1937.