"Siempre deprisa. Siempre cansados cuando estamos juntos. Siempre separados mientras nos cansamos."
Madrid, otoño, sábado recoge por primera vez todos los cuentos de Josefina Aldecoa. Se trata de un compendio de relatos cargados de intimidad, de belleza y, en ocasiones, de un brutal realismo no exento de dulzura y del que la autora se nutre para regalarnos pasajes luminosos, evocadores.
Con una prosa que destila femineidad y genio narrativo, Aldecoa traza la silueta de temas universales -la niñez, la esperanza, las ilusiones rotas, el amor, las relaciones familiares, la muerte- pero que son presentados a través de un prisma único, irrepetible: el de la mirada de una de las voces femeninas más inteligentes e imprescindibles para entender la literatura española del último siglo.
Incluye los libros A ninguna parte (1961) y Fiebre (2001), y los cuentos sueltos "Cuento para Susana" (1988) y "El mejor" (1998).
Josefina Aldecoa (1926-2011) nació en La Robla, León. Estudió Filosofía y Letras en Madrid. Durante los años de facultad entró en contacto con un grupo de amigos que luego iban a formar parte de la llamada "generación de los cincuenta": Rafael Sánchez Ferlosio, Jesús Fernández Santos, Alfonso Sastre, Carmen Martín Gaite e Ignacio Aldecoa, con quien se casó en 1952. En 1969 murió su marido y durante diez años permaneció alejada de la literatura, hasta que en 1981 apareció su edición crítica de una selección de cuentos de Ignacio Aldecoa. A partir de ese momento reanudó su actividad literaria y desde entonces ha publicado la memoria generacional Los niños de la guerra (1983)