La muerte me sorprendió y mi mundo se paralizó, ya nada importaba. La muerte me hizo enfrentarme a la vida, me recordó que seguía viva. Vida y muerte unidas para ayudarme a transitar en mi viaje, para enseñarme a amar y a aprender a vivir en ese amor que soy.
Aunque sean muchas las veces en las que quiera rendirme, sigo levantándome. Siento que estoy herida y también que soy amor. Entonces vuelve a despertar mi deseo de trascender y es así cómo las ganas de dejarlo todo se evaporan.
Observo la vida y observo la muerte. La vida con sus posibilidades infinitas para recordarme para qué estoy aquí. La muerte como una compañera de viaje que me hace valorar la vida con toda su grandeza y su crudeza.
La vida puede proporcionarte retos para que consigas convertir tus silencios en grandes diálogos internos. Cultivar una fe que te vuelva inquebrantable y te llene de grandes dosis de amor y compasión para poder perdonar. Una vida en la que llegar a sentir gratitud por poder reconocer lo que eres.
Yo tuve que morir para poder llegar a situarme en este punto.
Los que mueren siguen formando parte de tu existencia, aunque de manera inmaterial. Si no le pones límites a la vida y vuelves a sonreír, les colmarás de felicidad.
Tuve una vida maravillosa junto a Darío. Por eso elijo vivir y prefiero hacerlo integrándolo en mi vida para que no sea él quién me eche de menos a mí, haciéndolo partícipe de mis días. Quiero continuar y no rendirme jamás. Sigo respirando gracias a su amor eterno.
Virginia Froilán (Colmenar Viejo, Madrid 1979). Licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración Pública por la Universidad Complutense de Madrid. Trabaja desde hace más de 20 años en la Dirección Comercial en una empresa pública de servicios.
Tras sufrir una dura experiencia, comenzó su búsqueda de conexión con la espiritualidad, interesándose y formándose en varios campos de terapias energéticas.
En esta obra ha plasmado su proceso, desaprendiendo y volviendo a aprender para, a través de la confianza renovada en la vida, transitar el intenso viaje de la oscuridad hacia la luz.
El valor más preciado de su vida es ser madre.