Abril de 1453. Toda la Cristiandad tiene los ojos puestos en las murallas de Constantinopla, donde los defensores se están plegando a los asaltos de 100.000 turcos. Mientras el mundo agoniza bajo la metralla, el emperador de Bizancio, Constantino, piensa en el joven escudero Pietro, en cuyas manos ha puesto lo más preciado que posee: un secreto inestimable capaz de poner punto final al mundo cristiano. Comienza así toda una arrolladora serie de peripecias, desde Bizancio hasta Florencia, pasando por los Balcanes, en una Edad Media desgarrada por los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes.