A finales del siglo XVIII, el melancólico astrónomo Charles Mason y el exultante topógrafo Jeremiah Dixon, dos británicos a sueldo de la Royal Society, trazaron la línea que separaba los estados (entonces colonias) de Pennsylvania y Maryland, conocida aún hoy como la Línea Mason-Dixon. Su peripecia, contada por el magistral Thomas Pynchon, se convierte en un retrato épico y paródico de los albores de la Edad Contemporánea, con indios feroces y rudos colonos, batallas navales y exploraciones terrestres, conjuras jesuíticas y erotismo desenfrenado, hilarantes apariciones de George Washington fumando marihuana, Benjamin Franklin y Samuel Johnson, y donde se descubren desde maquinaciones políticas hasta el origen del ketchup.
Thomas Pynchon nació en Nueva York, en 1937. A
pesar de su enorme prestigio, prefiere permanecer en el anonimato, y de él
apenas se sabe que estudió ingeniería y literatura en la Universidad de
Cornell, donde fue alumno de Vladimir Nabokov (aunque éste no recordara haberlo
tenido en clase), que escribió folletos técnicos para la compañía Boeing, que
envió a un comediante a recoger el National
Book Award y que vive en Nueva York. Tusquets
Editores se enorgullece de tener finalmente en su catálogo toda su obra: además de las novelas ya
mencionadas, Vineland (Andanzas 160), el libro de relatos Un
lento aprendizaje (La Flauta Mágica 29) y Mason y Dixon (Andanzas
406), su novela más reciente y probablemente su obra magna.