Como en un álbum de fotografías el relato se desarrolla por instantáneas: el ritual de irse a la cama, el agua de colonia barata que le echan en la peluquería, los cromos de los reyes de Francia que regalan con la mantequilla, las vacaciones en el mar y los tebeos, el descubrimiento de la sexualidad, la fascinación por el actor Terence Stamp y los celos del padre, la enfermedad de la madre Las imágenes de la infancia, llenas de nostalgia, dejan paso al hastío y al rencor, pero bajo un velo de pudor se adivina una ternura no confesada, traicionada por la indiferencia y la ingratitud. Los afectos quedan reducidos a la crueldad de las palabras.
Hervé Guivert nació en 1955 en París y murió en esa misma ciudad en 1991. Es autor de quince novelas, entre ellas las ya mencionadas, en las que narró la toma de conciencia de la enfermedad que acabó con su vida, el sida, y la acción de esa enfermedad sobre su cuerpo y su alma. Gran amante de la fotografía, y fotógrafo él mismo, trabajó como guionista cinematográfico, adaptó obras de teatro y, entre 1977 y 1985, colaboró como periodista en Le Monde y posteriormente en L?Autre Journal.