BRAND, ULRICH / WISSEN, MARKUS
La palta en la mesa del desayuno, el combustible en el tanque del auto o la batería de la computadora parecen haber llegado al mundo para estar en el exacto lugar que les toca, indiferentes a la sequía de los campos chilenos, a la contaminación de la tierra o a la sobreexplotación del trabajo temporario. Del Norte al Sur global, para satisfacer las más ordinarias necesidades de un habitante cualquiera se pone en funcionamiento una intrincada maquinaria que articula mercados nacionales e internacionales, logística y legislaciones locales y fuerzas represivas en zonas remotas. El modo de vida imperial anuda el orden geopolítico a los hábitos más arraigados de la vida diaria y los expone en sus contradicciones. Desde una perspectiva crítica e internacionalista, Brand y Wissen relevan los tibios diagnósticos que las elites globales hacen de la crisis ecosocial en curso, cuestionan al capitalismo verde y ensayan una propuesta conceptual radical centrada en la transformación de las formas de acumulación y de los modos de vida.
Christo Brand pasó sus primeros años de vida jugando con niños negros y mulatos en la explotación agrícola de su familia en Western Cape, ajeno casi por completo al cruel régimen del apartheid que imperaba en todo el país. Al dejar los estudios, se formó como agente de prisiones, y fue destinado a Robben Island a custodiar al que le dijeron que era el hombre más peligroso de Sudáfrica, Nelson Mandela, y a sus compañeros del Congreso Nacional Africano. Contra todo pronóstico, Christo y Mandela trabaron una amistad duradera. En la actualidad, Christo, que ya ha cumplido los 53 años, sigue trabajando en Robben Island, donde se ocupa de la librería y, con gran paciencia, relata su historia a los centenares de miles de visitantes interesados en conocer cómo fue su relación con Mandela. Christo y su mujer Estelle viven en Ciudad del Cabo con su hijo Heinrich, de 25 años. Su hijo mayor, Riaan, murió hace algunos años en un accidente de tráfico. Hoy tendría 29 años.