Si Giovanna Rivero fuera una escritora mexicana, hace tiempo que estaría publicando en alguna una de las editoriales españolas más consolidadas y conocidas. si una argentina, ya habría ganado un par de premios importantes y habría sido traducida al francés o al alemán. Como no lo es, las cosas tardan más de lo que debieran. No importa: los que conocemos el secreto sabemos que es sólo cuestión de tiempo el que los lectores de fuera de Bolivia se enteren de que Giovanna ya es una escritora latinoamericana de primer nivel. En su narrativa la tensión nunca está del todo contenida. La violencia explota, hay guerra por todas partes. Como los alacranes de uno de sus cuentos, los hombres y las mujeres siempre atacan, y uno debe de estar alerta para intuir el peligro. Que para otros sea la página tranquila. aquí hay sangre de verdad, y nunca gratuita. Me quedo corto si digo que con Niñas y detectives Giovanna Rivero irrumpe con fuerza en el panorama de la literatura hispanoamericana publicada en España. Este libro es, a la vez, un vendaval de imágenes y tramas fascinantes y una fiesta del lenguaje. Quedan advertidos.
GIOVANNA RIVERO (Montero, Bolivia 1972). Vive en Lake Mary, Estados Unidos. Ha publicado libros de cuentos y novelas, entre los que destacan: Sangre dulce (La hoguera, 2006), Tukzon (2008), Niñas y detectives (Bartleby 2009, Finalista de los Premios Cálamo 2010), Para comerte mejor (Premio Dante Alighieri 2018. Sudaquia, El Cuervo, Final Abierto, 2015), 98 segundos sin sombra (Caballo de Troya, Random House, El Cuervo, 2014). En 2006 recibe el Premio Nacional de Cuento Franz Tamayo por Dueños de la arena. En 2011 fue seleccionada por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara como uno de Los 25 Secretos Literarios Mejor Guardados de América Latina. En 2015 recibió el Premio Internacional de Cuento Cosecha Eñe por Albúmina (incluido en Para comerte mejor). En 2018, su novela 98 segundos sin sombra obtuvo el Premio Audiobook Narration: Best Spanish Voiceover por la Society of Voice Arts and Sciences (SOVAS); y ha sido recientemente adaptada al cine por el cineasta boliviano Juan Pablo Richter.