El flamenco no es un folclore al uso y es algo más que música. El flamenco es un ritual, una ancestral liturgia que se va repitiendo, aunque ya se haya olvidado el impulso primigenio que lo motivó. En sus estrechos cánones, en su oposición a mínimos cambios, en la soledad de los ejecutantes, en su seriedad, se pone de manifiesto ese ceremonial. Para que exista flamenco se deben reunir al menos tres actores: el que canta, el que toca las palmas y el que escucha; igualmente, para que exista un ritual son imprescindibles tres elementos: el oficiante, el acólito y el receptor. El flamenco no es una creación gitano-andaluza del siglo XVIII, sino que está presente en nuestra tierra, aunque no de la forma moderna, desde tiempos remotos. Un buen flamenco es aquel que conoce los pasos de esa liturgia, el que forma parte del rito que se desarrolla en cada momento; ser un buen oficiante o receptor. AUTOR JOSÉ RUIZ MATA (Jerez de la Frontera, 1954, es escritor y crítico literario. Ha sido secretario de la Asociación Andaluza de Escritores Críticos Literarios y director de Tierra de Nadie. Ha publicado: