«Nací en Oviedo en 1925. El escenario y el tiempo que corresponden a mi vida me hicieron testigo de innumerables acontecimientos violentos: revolución, guerra civil, dictaduras. En muy pocos años me convertí, de súbdito de un rey, en ciudadano de una república y, finalmente, en objeto de una tiranía. Regreso, casi viejo, a los orígenes, súbdito de nuevo de la misma Corona. Me acostumbré muy pronto a quejarme en voz baja, a maldecir para mis adentros, y a hablar ambiguamente, poco y siempre de otras cosas; es decir, al uso de la ironía, de la metáfora, de la metonimia y de la reticencia. Si acabé escribiendo poesía fue, para aprovechar las modestas habilidades adquiridas por el mero acto de vivir.»
Ángel
González nació en Oviedo en
1925. Se resigno, como él mismo confiesa, a estudiar Derecho, ejerció de
maestro en los montes de León, y después, ya como funcionario, vivió en Madrid,
Sevilla y Barcelona. Pronto su afición poética le puso en contacto con los
jóvenes escritores de la generación de los 50, sobre todo con la escuela de
Barcelona, con quienes mantuvo una constante amistad. En 1956 su primer libro Áspero
mundo, obtuvo el accésit del premio Adonais. A éste le siguieron Sin
esperanza, con convencimiento (1961), Palabra sobre palabra (1965), Tratado
de urbanismo (1967), Breves acotaciones para una biografía (1971), Muestra
de algunos procedimientos narrativos y de las actitudes sentimentales que
habitualmente comportan (1976; edición corregida y aumentada, 1977), Prosemas
o menos (1985) y Deixis en fantasma (1992). En 1970 viajó a Estados
Unidos y México, y dos años más tarde empezó a trabajar como profesor visitante
en las universidades de Utah, Maryland, California (Irvine) y New México, donde
enseñó literatura española durante dieciocho años. En la actualidad, ya
retirado de la enseñanza, sigue residiendo en New México, y vuelve regularmente
a Asturias y Madrid. Académico de la lengua, ha recibido el Premio Príncipe
de Asturias en 1985 y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana
en 1996.