El israelí Daniel Barenboim -director de la orquesta Sinfónica de Chicago y de la Ópera Estatal de Berlín- y el palestino-noreteamericano Edward Said -eminente crítico literario y comprometido analista del conflicto de Oriente Próximo- han cultivado desde hace muchos años una profunda amistad que se hace patente en el apasionado y cordial intercambio de ideas que tiene lugar en estas conversaciones. Barenboim y Said hablan, entre otras cuestiones, de las diferencias entre la escritura de prosa y la de la música, de políticos que tratan de llegar a acuerdos y de artistas que sólo se comprometen con su arte, del famoso director Furtwängler, de Beethoven como supremo compositor de sonatas, de Wagner, de maestros y discípulos y, sobre todo, del poder de la cultura para ir más allá de las barreras nacionales y las diferencias políticas. Paralelismos y paradojas es un libro de ideas originales y sorprendentes sobre música, política y cultura que despliega un derroche de inteligencia de dos grandes mitos de nuestra cultura contemporánea.
Daniel Barenboim nació en Buenos Aires en 1943 en el seno de una familia judía de origen ruso. Se inició en la música con cuatro años de la mano de sus padres, ambos profesores y concertistas de piano. En 1951 se trasladó con su familia a Europa y un año después a Israel. Con diez años debutó en París como pianista, y con trece grabó su primer disco. Su consagración como director se produjo al sustituir a Solti al frente de la Orquesta de París en 1975. Está considerado uno de los músicos más genialies de las últimas décadas.