Paul Celan escribió: «Asequible, próxima y sin perderse entre las pérdidas, solamente una cosa perdura: la lengua». Desde los inicios de su obra poética, en el seno de una familia campesina en su Siria natal, hasta convertirse en uno de los poetas árabes más interesantes y originales del panorama actual, Ahmad Saïd Esber -más conocido por su pseudónimo Adonis- no se ha permitido perder su lengua. A pesar de los exilios y las guerras, continúa escribiendo en árabe y desde el árabe y con una cuidada revisión de Clara Janés, es como Vaso Roto ha publicado al castellano Principio del cuerpo, final del mar.
Adonis (Ali Ahmad Saïd Esber) nació en Siria en 1930, en el seno de una familia muy modesta. A los diecisiete años publicó su primer poemario con el seudónimo del dios fenicio Adonis, al que desde entonces será fiel. En su larga trayectoria literaria ha publicado más de veinte libros de poemas en árabe, ha recibido premios por su labor como traductor y es un destacado ensayista e historiador de la cultura árabe. Desde hace años, su nombre figura como principal candidato a sumarse a Naguib Mahfuz como único Nobel de Literatura en lengua árabe.