En Palermo, a finales de los años treinta, un oscuro personaje comete un triple asesinato al que, sorprendentemente, no se da publicidad. En el posterior proceso, y a medida que pasan los días, una desagradable pero generalizada convicción empieza a hacerse patente: el abogado defensor, el fiscal y la mayoría de los miembros del jurado no parecen plantearse cuestiones como la posible enajenación mental o cualquier otra circunstancia atenuante que pueda redundar en beneficio del inculpado. Todos dan por supuesto que el asesino sólo puede ser condenado a muerte. Y es que bajo el régimen de Mussolini que se enorgullece de haber acabado con la inseguridad ciudadana, la pena de muerte parece constituir una premisa para dar validez a la máxima de que en Italia «se duerme con las puertas abiertas».
Leonardo Sciascia (Racalmuto, Sicilia, 1921-Milán,
1989) estudió magisterio en
Caltanissetta y dedicó parte de su juventud
a la enseñanza. Posteriormente
empezó una brillante
carrera periodística para, más tarde,
convertirse en uno de los novelistas italianos más importantes de la posguerra. Su obra y su activismo político estuvieron marcados por una
decidida oposición a cualquier
manifestación abusiva del poder, y en muchos de sus libros
asoman personajes e historias reales. Tusquets Editores ha
publicado hasta el momento doce novelas
suyas -El contexto, 1912
+ 1, La bruja y el capitán,
El Consejo de Egipto, Puertas abiertas, Todo modo, El caballero y
la muerte, Una historia sencilla,
Cándido o Un sueño siciliano, Los apuñaladores, La desaparición de Majorana y El día
de la lechuza-, el volumen
de relatos Los tíos de Sicilia y el libro de viajes Horas de España. Cuando se celebran los veinte años de la muerte de este maestro de la novela negra, publicamos una nueva traducción de A cada cual, lo suyo, una de sus obras más
redondas y memorables.