El juramento, o la promesa como alternativa, es una realidad viva en nuestra sociedad, a pesar de la tendencia casi instintiva a considerarlo una tradición rémora del pasado con poca virtualidad en nuestros días. Así lo atestiguan no sólo el interés mediático que acaparan algunos actos de jura, sino especialmente la diversidad de juramentos y promesas vivos en nuestro ordenamiento jurídico en todos los ámbitos de la vida pública.
Esta obra aborda el régimen jurídico y práctica del juramento como expresión pública y explícita de la sujeción constitucional de prácticamente cualquier función que esté llamada a surtir efectos públicos en España. El abanico de los distintos juramentos en nuestro ordenamiento es tan sorprendente como rico en matices, desde el juramento regio, el único regulado en nuestra Constitución, hasta los juramentos de particulares que despliegan efectos públicos pasando por el juramento parlamentario, el gubernamental, el administrativo o el judicial. Tal despliegue conduce a la conclusión de quela función que se encomienda al juramento es valiosa para la sociedad, o al menos así lo entiende el legislador, que perpetúa su exigencia y práctica, y además lo actualiza silenciosamente en sucesivas reformas.
¿Qué función tan valiosa es esa? Sencillamente la de servir de garantía máxima de fiel observancia y acatamiento constitucional, garantía que mueve a la reflexión sobre el valor del compromiso ante la comunidad de los responsables públicos.