La ganadora del Premio Cervantes 2018 nos brinda una selección de artículos que abarca más de 50 años de crítica literaria. Desde sus comienzos en La Gaceta de Tucumán, pasando por sus numerosas colaboraciones, durante el exilio mexicano, en revistas emblemáticas como Vuelta y Babelia (El País), hasta su regreso a Uruguay donde dirigió Jaque: Resurrecciones y rescates es el legado de una vida dedicada a la literatura.
?Enfrentar, después de años, una lista de notas más larga de lo que podía suponer, para empezar a salvar algunas en libro, arriesga ser un paseo por los bordes del error, debiendo resistir la tentación, que suele asaltarme, de corregir lo ya escrito, en una práctica de la desconfianza que a veces se apoya, no sin riesgos, en la idea de que el pasado era el campo de los aprendizajes a veces inconclusos y de que el tiempo es un maestro cuya fatalidad basta para mejorar todo a su paso. Y elegir en cosa propia es cosa accidentada que el tiempo complica. [?] Notas y prólogos deben la inclusión, en fin, al azar, que es también la lógica que más impera, al fin de cuentas, en nuestras vidas?. (Ida Vitale)
Ida Vitale nació en Montevideo en 1923. Allí estudió Humanidades y tuvo como maestro a José Bergamín. Juan Ramón Jiménez la incluyó en una presentación de jóvenes poetas en Buenos Aires. Profesora de literatura hasta 1973, la dictadura la forzó, como a otros intelectuales, al exilio. Vivió en México de 1974 a 1984 y, desde 1989, en Austin (Texas), desde donde viaja regularmente a su país. Vitale publicó su primer libro, La luz de esta memoria, en 1949. Le siguieron Palabra dada (1953), Cada uno en su noche (1960), Oidor andante (1972), Jardín de sílice (1980), Parvo reino (1984), Sueños de la constancia (1988) y Procura de lo imposible (1998), publicados en Montevideo, Caracas y México. Además de poeta, es crítica literaria y prestigiosa traductora. De sus obras en prosa publicaremos en breve Léxico de afinidades (1994), del que Álvaro Mutis ha destacado su «prosa inteligente», «su decantada sabiduría».