Durante su carrera como escritor, que duró más de medio siglo, Bradbury nos llevó ?y todavía nos lleva? a mundos maravillosos: hacia tierras desconocidas a través de océanos, a bosques oscuros habitados por bestias acechantes, en naves espaciales que cruzan el espacio, atrás en el tiempo y adelante hacia un futuro inexplorado. En Siempre nos quedará París, una colección única de veintiún relatos y un poema, el inimitable Ray Bradbury logra de nuevo lo que pocos escritores han hecho tan bien: nos deleita con una prosa que sorprende e inspira, a la vez que revela verdades y da pie a pensamientos profundos. Sus relatos nos emocionan en su reflexión acerca de las flaquezas y debilidades humanas, y lo hacen con la magia de siempre. Ya sea explorando las innumerables maneras de renacer, las circunstancias que pueden convertir a un hombre en un asesino, o llevándonos de nuevo a Marte, Bradbury nos abre su mundo. Un mundo que nos absorbe y nos conmueve.
Ray Bradbury nació en Waukegan, Illinois, en 1920, y residía en Los Ángeles desde 1934, ciudad en la que falleció el 05 de junio de 2012. Bradbury fue un ávido lector en su juventud además de un escritor aficionado. No pudo asistir a la universidad por razones económicas. Para ganarse la vida, comenzó a vender periódicos. Se formaría como escritor de manera autodidacta a través de libros, comenzando a escribir cuentos con una máquina de escribir. Sus primeros trabajos los vendió a revistas a comienzos de los 40. Entre novelas, colecciones de cuentos, poemas y obras de teatro, ha publicado más de una treintena de libros. Ha desarrollado una amplia actividad en el mundo del cine, el teatro y la televisión. En 1989 fue nombrado Gran Maestro de la SFWA (Asociación de autores de ciencia ficción norteamericanos) y en 1999 recibió el SF Hall of Fame por toda su carrera.