Sofía Andréievna reinició sus Diarios a las pocas semanas de su boda con Lev N.Tolstói. Éste, propietario de 4000 hectáreas y de 330 siervos, había llevado hasta entonces una vida aristocrática de disipación. Ahora, con treinta y cuatro años, creía llegada la hora de fundar una familia. Esta selección de los Diarios de una mujer extraordinaria, resentida, celosa, pero siempre tenaz e insobornable en su amor, cubre lo más relevante de su vida conyugal hasta los días finales de la muerte de Tolstói y el triunfo de la Revolución soviética.