Hay algo en el tipo de lacónico hombre de honor encarmado pon Steve McQueen en películas como Los siete magnificos, La gran evasión, Bullitt y La huida, que resultá irresistible. Perténecía a esa rara especie de actores que no precisan actuar: hacer nada en particular para hipnotizar al público bastándose con la sola fuerza de su personalidad para dominar completamente la pantalla. La aureola de leyenda que rodea su figura nació en una infancia digna de un personaje de Dickens abandonado por su padre, creció en un reformatorio. después fue leñador, camarero, se alistó en los Marines, y desempeñó mil oficios más hasta iniciarse como actor sobre los escenarios de Broadway a mediados de los cincuenta. Entre 1963 y 1972 fue una de las estrellas más populares y taquilleras de Hollywood. pero después pareció apretar botón de autodestrucción de su carrera, al mismo tiempo que las mujeres que pasarón por su vi revelaban el lado oscuro de su personalidad: el de un hombre inseguro, inmaduro, proclive a la edad física y a arrebatos de ira casi homicida. Si los mitos se abonan con la muerte prenmatura, la desaparición de Steve Queen a los cincuenta años víctima del cáncer, le aseguró un lugar preferente en el panteón de la posteridad cinematográfica. Steve MeQueen. Un rebelde en Hollywood es la primera biografía del actor publicada en España, un pormenorizado recorrido por su vida y sus películas. Una vida que en muchos aspectos fue de película. y unas películas que, gracias a él, fueron como la vida.