«Sin duda, el sentido del humor es algo muy personal. En este libro presento mi manera de entender el humor mediante unas obras en las que queda patente de manera práctica cómo he llevado al escenario este sentido mío. A mí siempre me ha atraído el humor incluso en mis obras dramáticas asoma a menudo bajo la puerta la patita del humor y, será tal vez por las miasmas que respiramos a diario que, según sumamos unidades a los años que figuran en el carné de identidad, tendemos a desdramatizar la existencia. Lo cierto es que de un tiempo a esta parte he sufrido una crisis de humor. Y, efectivamente, últimamente he escrito y estrenado aquí o en el extranjero varias obras de humor, entre ellas, dos de las tres que figuran en este volumen. Además de una sátira en la que se pone de relieve la fragilidad del amor y del matrimonio, El consejero matrimonial constituye un homenaje al sesudo y atormentado Ingmar Bergman, que en paz descanse. En Disculpen las molestias abordo el enfrentamiento de un pobre padre con su esposa y el hijo treintañero que continua instalado en la casa familiar. Un enfoque original para tratar un problema cada vez más común en nuestros días. Escrita con bastante lentitud y minuciosidad, Viaje en un trapecio utiliza el mundo irreal del circo como marco para unas reflexiones sobre la atracción, el amor, el desencuentro y la idealización de los más diversos personajes.» [Jaime Salom]