No hay lazo más fuerte que el de la amistad. Los sentimientos y los sueños son la materia prima de nuestras vidas, lo que nos define y hace que todo tenga sentido. Esta es la historia de un secreto inconfesable en la ciudad de Nueva York. Una joven dominada por las pasiones se lanza a vivir una aventura arriesgada nunca antes vivida. Nunca antes permitida. Dos amigas en plena juventud deciden romper las reglas impuestas hasta lograr que estas no controlen sus vidas. Es la historia de la amistad más bonita que conoceréis nunca. La historia de Maggie y Gaba. De sus secretos incontrolables. De su Pura Vida. Esta es una historia de amistad que se desarrolla en la capital del mundo, Nueva York. Una ciudad de excesos. Una aventura donde la pasión domina por encima de la razón y, por tanto, los sentimientos sobre las reglas, las emociones sobre las certezas, las ganas de vivir sobre las normas. Es la historia real de una joven que, rodeada de secretos e incertidumbres, decide ir a Manhattan a visitar a su mejor amiga. Allí comienza una nueva vida dominada por las pasiones desatadas y las experiencias arriesgadas nunca antes vividas. Es la historia de Maggie y Gaba. Es la historia de mi mejor amiga. Es, como diría nuestro Andrés, Pura Vida.
Nací el día de las páginas amarillas 11-8-88. Viví ocho años en Nueva York. Trabajé en moda. Escribí para revistas como Yodona o Vogue. Publiqué mi primera novela con un título que odié durante meses. Y fue allí mismo, entre rascacielos, donde escribí esta segunda historia que se convirtió en mi propia catarsis emocional. Sí. Me di cuenta de que me estaba equivocando y decidí poner el freno. Y eso hice. Cambié. Al poco tiempo, me mudé a Madrid. Trabajé en Loewe y abrí un restaurante en el corazón de Serrano. Lo llamé Ledbelly. Igual que mi sitio favorito de Nueva York. Un pedacito de la Gran Manzana que intenté traer de algún modo a casa. A mi hogar. Así no sería tan dura la vuelta. O al menos eso pensaba yo. Ledbelly ha sido mi lugar favorito durante meses. Me he sentado con mi café calentito cada mañana a escribir sobre mis clientes. Devorando sus historias. Soñando cómo sería robar sus vidas. Ser una de esas abogadas elegantes, dentistas o banqueras sofisticadas. ¿Porqué en una vida entera solo nos dejan ser una profesión o dos? ¿Nadie quiere ser algo más? Una sola cosa suena bastante aburrido ¿no? Sí. Creo que este ultimo párrafo es, sin duda alguna, mi mejor biografía.