JOUHANDEAU, MARCEL / NUDELMAN, SANTIAGO
Cuenta el mito que Tiresias se encontró dos serpientes copulando y, por atreverse a desenlazarlas, se convirtió en mujer. Siete años después volvió a encontrárselas. cuando las separó, recobró sus atributos masculinos. Más adelante, tras afirmar ante Júpiter y Juno que las mujeres gozaban más que los hombres en el acto sexual, la diosa lo castigó por su indiscreción con la ceguera, y Zeus, para consolarlo, le otorgó el poder de la adivinación. Ésta es la ambigua y compleja figura que Marcel Jouhandeau utiliza como marco del relato de sus encuentros con cuatro hombres: Richard, Philippe, un joven al que apoda el Enano y Pierre, que ofrecen sus cuerpos por dinero. Así, entre el delirio de los encuentros y las esperas, y las iluminaciones de la carne, se desarrolla esta narración, de gran contenido autobiográfico, que transmite la experiencia de la homosexualidad tal como la vivió su autor: mortificante, obscena, liberadora y, sobre todo, profundamente estética. Se publicó, bajo el pseudónimo de Théophile, en 1977 y, por primera vez con el nombre del autor, en 1988. Con Tiresias, Tusquets Editores ofrece a los lectores la primera traducción al español de una obra de este autor, «uno de los grandes y singulares escritores homosexuales del siglo xx francés», al decir de Luis Antonio de Villena.
Marcel Jouhandeau nació en
1888 en Guéret (Francia) y murió en 1979 en Rueil-Malmaison. Estudió en Guéret
y, posteriormente, en el instituto Henri IV de París y en la Sorbona. Desde
1912 fue profesor en un colegio de Passy. Muy religioso, toda su vida osciló
entre la celebración del cuerpo masculino y la vivencia mortificante de la
sexualidad, hasta el punto de que, en 1914, en un rapto místico, Jouhandeau
quemó todos sus escritos y trató de suicidarse. En 1949 se casó con la
bailarina Élisabeth Toulement, pariente de Jean Cocteau y Max Jacob; se abrió
así un periodo en que se retractó de sus tendencias homosexuales, para más
adelante volver a abandonarse a ellas. Autor de más de veinte obras, entre
ellas Pincegrain (1924), Monsieur Godeau marié (1933), Chaminadour (1934-1941) o Journaliers (1961-1978), por muchos
motivos tachado de maldito, antijudío y colaboracionista, está considerado un
«diseccionador» del alma humana, de la que busca sus secretos mejor guardados.