Máximo representante en el ámbito del teatro de un humor que se inspiró en la audaz línea abierta por Ramón Gómez de la Serna y las vanguardias, caracterizado por el absurdo, la ironía y el cuestionamiento de los convencionalismos, Miguel Mihura (1905-1977) sintetizó felizmente en sus obras lo poético, lo sentimental y lo humorístico. Escrita en 1932, "Tres sombreros de copa" (obra innovadora que rompía con la astracanada y la huera comicidad entonces en boga) chocó en un principio con la incomprensión de actores y empresarios, y no llegó a ser estrenada hasta veinte años más tarde, momento a partir del cual fue alcanzando paulatinamente el reconocimiento unánime del que hoy goza. "¡Sublime decisión!" (1955) plantea con sutil ironía la condición social de la mujer y su incipiente incorporación al mundo del trabajo.
Miguel Mihura, hijo de un actor y empresario de teatro, vivió desde niño en un ambiente teatral, que influiría considerablemente en su obra. En 1932 escribe Tres sombreros de copa, obra que no es entendida por los empresarios, y que se niegan a representarla, por lo que el autor decide cambiar de rumbo y hacer obras más burguesas, en línea con lo que se lleva en esos momentos. Durante la guerra civil funda y dirige La ametralladora, revista de humor de la zona nacional, donde ya se puede ver su particular concepción del ingenio. Alcanzará un gran éxito con su siguiente revista, La codorniz, fundada por él en 1941. Su humor, totalmente original, fresco y descabellado, seguía las directrices de lo que se hacía en Europa por aquel entonces. Después de vender La codorniz decide pasarse al cine, donde escribirá numerosos guiones y reanudará su creación teatral en 1953, continuándola hasta 1968. Sin embargo, todas sus obras están por debajo de la genial Tres sombreros de copa porque se ve obligado a frenar su libertad creadora y su magnífica imaginación. Son los años de A media luz los tres, El caso del señor vestido de violeta y Carlota. Pero alcanzará el éxito total del público con Melocotón en almíbar (1958) y Maribel y la extraña familia (1959), La bella Dorotea (1963) y Ninette y un señor de Murcia (1964).