MIHURA, MIGUEL / BLANCO, RIKI (Ilustración)
Esta comedia, escrita por Miguel Mihura, escenifica una denuncia de lo absurdo de ciertas situaciones de la vida cotidiana, así como de la vaciedad de los tópicos y las convenciones sociales.
En la obra se enfrentan dos mundos y dos concepciones de la existencia: por un lado, el orden burgués y las normas y comportamientos establecidos; por otro, la alegría, la despreocupación y la espontaneidad de un grupo de artistas que representan la vida libre y sin compromisos.
La presente edición consta de una completa introducción para situar la obra en el contexto histórico y cultural en el que surge, además de ofrecer un análisis claro de su composición, de su estilo y de su importancia en la historia de la literatura, que incluye un cuadro cronológico. A continuación, se inicia el estudio de la obra, que cuenta con numerosas notas aclaratorias, en su mayoría de carácter léxico. Finalmente, se propone una serie de actividades didácticas para facilitar la lectura y la comprensión del texto.
Miguel Mihura, hijo de un actor y empresario de teatro, vivió desde niño en un ambiente teatral, que influiría considerablemente en su obra. En 1932 escribe Tres sombreros de copa, obra que no es entendida por los empresarios, y que se niegan a representarla, por lo que el autor decide cambiar de rumbo y hacer obras más burguesas, en línea con lo que se lleva en esos momentos. Durante la guerra civil funda y dirige La ametralladora, revista de humor de la zona nacional, donde ya se puede ver su particular concepción del ingenio. Alcanzará un gran éxito con su siguiente revista, La codorniz, fundada por él en 1941. Su humor, totalmente original, fresco y descabellado, seguía las directrices de lo que se hacía en Europa por aquel entonces. Después de vender La codorniz decide pasarse al cine, donde escribirá numerosos guiones y reanudará su creación teatral en 1953, continuándola hasta 1968. Sin embargo, todas sus obras están por debajo de la genial Tres sombreros de copa porque se ve obligado a frenar su libertad creadora y su magnífica imaginación. Son los años de A media luz los tres, El caso del señor vestido de violeta y Carlota. Pero alcanzará el éxito total del público con Melocotón en almíbar (1958) y Maribel y la extraña familia (1959), La bella Dorotea (1963) y Ninette y un señor de Murcia (1964).