En 1989, el escritor escocés Philip Kerr publicó su primera novela, Violetas de marzo, en la que también
debutó su peculiar detective, Bernie Gunther, un ex agente de la Kripo -la temida policía criminal del III Reich-
especializado en buscar a personas desaparecidas. En esta primera entrega, la acción se sitúa en el Berlín de 1936,
cuando la ciudad se preparaba para acoger los Juegos Olímpicos. En 1990 apareció Pálido criminal, en la que Gunther se
ve obligado a reincorporarse a la Kipro para investigar los asesinatos de varias adolescentes alemanas ocurridos en
1938. Por último, un año más tarde, vio la luz la tercera parte de esta trilogía, Réquiem alemán. Ambientada en 1947,
tras la derrota de la Alemania nazi, Gunther se ve envuelto en la intrincada trama de los servicios de inteligencia
internacionales, en los albores de la Guerra Fría.