KUROSHIMA, DENJI / KUSAKA, AKIRA (Ilustración)
Las historias agrupadas en Una bandada de cuervos recrean las durísimas condiciones de vida de soldados y civiles durante la llamada «Intervención siberiana» de 1918, que enfrentó a las tropas japonesas y al recién creado Ejército Rojo. El gélido paisaje estepario, inhóspito e indiferente a la suerte de los hombres, se convertirá en un poderoso símbolo del frío permanente que parece haberse instalado en el corazón de los seres humanos.
Kuroshima, una de las grandes personalidades de la literatura proletaria nipona, levanta un contenido pero emocionante homenaje a las víctimas que las sinrazones del poder van sembrando a su paso. Con una prosa deliberadamente sobria, cortante como el viento helador que recorre estas páginas, mantiene presente el recuerdo inextinguible de todos los «humillados y ofendidos», honrando finalmente su dignidad. Esa que, pese a sus truncados destinos, sus opresores nunca consiguieron arrebatarles.
Denji Kuroshima nació en 1898 en la isla de Shōdo. Tras desempeñar distintos oficios fue llamado a filas en 1919 y enviado a Rusia para luchar contra las tropas soviéticas. A su regreso a Japón, comenzó a colaborar con el movimiento sindical y participó en diversas actividades políticas. Paralelamente, su abundante narrativa breve, ásperas crónicas de abuso y resistencia, fue apareciendo en publicaciones periódicas de la época. Su única novela, Busō seru shigai (1930), fue censurada en su país durante décadas y no aparecería íntegramente hasta 1970. A pesar de una larga enfermedad, siempre firme en sus convicciones, Kuroshima continuó escribiendo numerosas cartas y artículos hasta el final de sus días. Murió en 1943 en su casa natal.