1. **Interpretación literaria de clásicos rusos**
Descubre la profundidad y la diversidad de interpretaciones al leer "VANIA X VANIA".
2. **Reflexión sobre la atemporalidad de los clásicos**
Explora cómo los clásicos universales como Tío Vania pueden dialogar con el presente en "VANIA X VANIA".
3. **Dos enfoques complementarios de un clásico**
Sumérgete en dos perspectivas únicas que ilustran la riqueza interpretativa de los clásicos en este libro.
4. **Diálogo con un texto literario icónico**
Adéntrate en las conversaciones enriquecedoras que revelan nuevas capas de significado en Tío Vania a través de "VANIA X VANIA".
5. **Exploración de la multiplicidad de lecturas de clásicos**
Descubre cómo cada lectura de un clásico puede ser una experiencia única y enriquecedora en este libro.
6. **Reimaginación creativa de un clásico literario**
Sumérgete en dos visiones originales que reinterpretan y expanden los límites de la obra original en "VANIA X VANIA".
¿Existe una lectura correcta de un texto clásico? Pienso que no, que justamente un clásico es aquel que permite infinitas lecturas, y que es por tanto inagotable. Volvemos a los clásicos porque nos siguen interpelando. Volvemos a Chéjov porque nos habla no tanto de allí (la Rusia prerrevolucionaria) y entonces (finales del siglo xix), como del aquí y el ahora.
Cada lectura de un clásico es una nueva prueba, una nueva pregunta que se lanza al texto. Según lo que preguntes, según donde pongas el foco, contesta cosas distintas. Cada lectura que hacemos hoy de un clásico es una conversación con el texto original.
Si es así, ¿por qué deberíamos preguntar a un texto solo de una manera?
Mi acercamiento es doble. Dos miradas distintas, dos reflejos de mi interés y de mi amor por el Tío Vania original. Ahora pueden leerse aquí los dos acercamientos, las dos miradas sobre el clásico. Dos textos que a veces dialogan y otras se contradicen; que contienen fragmentos repetidos, ecos; que a veces permanecen muy cerca del original, y otras se alejan hasta que casi no queda rastro. Dos caminos entre tantos posibles.
Estudió en la ECAM, la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid, amplió estudios en Nueva York, y durante años escribió guiones. Entre ellos, Casual Day o No sé decir adiós. Y ha obtenido premios como la Biznaga de Plata al mejor guion en el Festival de Málaga en dos ocasiones, o el premio Julio Alejandro de guion. En 2011 decidió escribir teatro. Para ello, durante un verano, jugó a escribir una obra corta al día: «Nunca he sido más feliz escribiendo que ese mes en el que cada día suponía un nuevo comienzo y un nuevo final». Poco después concluyó su primera obra larga, La abducción de Luis Guzmán. La estrenó en su casa: «Pensaba que una obra de teatro consistía en dos o tres personas hablando en un salón. De hecho, así fue la primera obra que escribí. Después me di cuenta de que el teatro llega hasta donde uno quiera llevarlo. El teatro es lo más antiguo y lo más moderno a la vez». Es premio Lope de Vega de teatro, premio Jardiel Poncela, y ha sido nominado a los premios Goya y a los Max. En 2013 funda La_Abducción, compañía con la que ha estrenado las cinco obras aquí reunidas.