La idea de que las líneas (y vidas) paralelas pueden curvarse, y por tanto cruzarse en el infinito le sirve a Javier Mina para insertar tradiciones, tiempos, espacios y autores dispares en un texto que evoca diversas figuras contrastando animosamente sus perfiles y sus venturas, para así definirlas mejor, un tanto a contraluz, emparejadas unas con otras. Vidas paralelas nos presenta una serie de estampas literarias, galería de curiosas e intrigantes parejas, con las que nos invita a recorrer los campos de la ficción y de la historia y nos permiten disfrutar de un juego de contrastes y paralelismos que evocan a personajes que hemos conocido en nuestras lecturas o a trabar contacto con otros evocados al desgaire, siempre con una intención comparatista. Desde Bassani y Jünger. a Don Quijote y Sancho. Madame Bovary y la Regenta. Hamlet y Segismundo. Werthér y el adolescente Caulfield, dos inolvidables jóvenes románticos. o dos viajeros vagabun . dos, Leigh. Fermor y Jakov Lind. En otros casos el paralelismo `no está tan claro, y la convergencia se combina con la divergencia, como en el capítulo dedicado á Victor Klemperer y Albert Speer. Javier Mina pesca a gusto y con tiño en las aguas de la literatura y de la historia. y sus sugerencias nos invitan a repasar, x recordar y releer textos de singular encanto desde, la visión de un avezado paseante por los campos amenos de la literatura universal, un diletante aguzado y un fino narrador con él que logra construir un laberinto de caminos donde la vida y su sombra, la literatura, a veces se entrecruzan y, otras, hacen piruetas sobre las paralelas.