Prosiguiendo su viaje iniciático, el narrador se adentra en La parte de Guermantes por los ambientes de la aristocracia, que habían sido míticos para sus sueños de adolescente: la visión en la iglesia de Combray de la duquesa de Guermantes le había embriagado con la sonoridad del nombre, con la elegancia, que su mente convierte en belleza, de Oriane de Guermantes.
Marcel Proust nació en París en 1871 y murió en 1922 en esa misma
ciudad. Víctima de un asma crónica, estudió en el liceo Condorcet, y,
posteriormente, en la escuela de ciencias políticas al tiempo que asistía a los
cursos del filósofo Henri Bergson. Traductor de John Ruskin, en 1896 publicó Los placeres y los días, para después
sumergirse en la escritura de la novela autobiográfica Jean Santeuil, de las prosas de Contra Sainte-Beuve -ambos volúmenes publicados póstumamente-, y de su
obra capital, En busca del tiempo perdido,
que Proust nunca llegó a ver publicada entera. Esta nueva edición de Contra Sainte-Beuve. Recuerdos de una mañana, a cargo
de Antoni Marí y de Manel Pla, restaura con la máxima fidelidad,
a partir de las diversas ediciones y versiones existentes de esta obra, el
proyecto concebido originalmente por Proust.