Santo Tomás ofrece en él una primera versión, sintética de las ideas fundamentales de su filosofía; obviamente, su pensamiento se encontraba entonces, cuando tendría unos treinta años, en una fase inicial de desarrollo.En el breve espacio de seis capítulos se propone una explicación de los términos metafísicos que eran de uso habitual, y el autor demuestra que conoce bien las tesis principales de Aristóteles, Avicena, Averroes y Avicebrón.