La autobiografía del personaje más ácido de la televisión.
«Sinceramente, la descripción de payaso, del italiano pagliaccio, me viene como sortija al dedo. Es un personaje estereotípico representado comúnmente con vestimentas extravagantes, maquillaje abundante y filamentos capilares llamativos, cuya función es hacer reír a la gente, gastar bromas, un actor satírico que se burla de la cotidianidad con el que adorno mi cuerpo. No importa si usas o no nariz roja, lo sustancial es si hay verdad en tu profesión, y esa os aseguro que la hay, a pesar de que, en ocasiones, la risa y la nostalgia habitan juntas en mí. Cuando las luces brillan sobre ti, debes volverte más grande que la vida, pero después necesitas regresar a la normalidad para ser feliz. Torito en ocasiones tiene tanta fuerza, que cuando me despojo de él me quedo desprovisto de energía y preciso recuperarme en la soledad de mi más valioso bien, mi intimidad.» Quique Jiménez