Nacida en el seno de una familia judía alemana en Berlín, Ursula Burton atestiguó el ascenso del nazismo y el antisemitismo y se entregó devotamente a la causa comunista. Espía veterana y coronel soviética condecorada, recibió el nombre en clave de «Sonya» y dirigió algunas de las operaciones de espionaje más peligrosas del siglo XX mientras era perseguida sin éxito por nazis, chinos, japoneses, el MI5, el MI6 y el FBI.