La tensión de la adolescencia de Tomás llega a un punto de no retorno cuando viaja con su familia al pequeño pueblo de veraneo en el que suelen pasar las vacaciones. Todo empieza a suceder de pronto como en un encadenamiento inaplazable: el descubrimiento del sexo y de la violencia, la muerte, la transgresión... Tomás se descubre a fogonazos, como si no pudiera evitar que su inteligencia fuese un paso por detrás de sus acciones, hasta que la dinámica de las cosas le lleva a participar en un acto que no puede perdonarse a sí mismo. Es entonces cuando se siente obligado a sentarse frente a la única persona que le puede juzgar y perdonar. Agosto, octubre es una de esas novelas que tiene el valor y la maestría de agarrar del cuello a esa edad tan ambigua, desprotegida y violenta de la adolescencia. Andrés Barba resuelve el tapiz con la maestría psicológica que le ha convertido en uno de los escritores de referencia de su generación: un cóctel explosivo entre el Pavese de El bello verano y los adolescentes de Gus Van Sant en Elephant.
Andrés Barba (Madrid, 1975) se dio a conocer con
la novela corta El hueso que más duele (Premio Ramón J. Sender 1997), a la que siguieron La hermana de Katia (finalista del Premio Herralde 2001), Ahora tocad música de baile (2004) y Versiones de Teresa (Premio Torrente Ballester 2005) y un libro de «nouvelles» titulado La recta intención (2002). Sus textos, siempre recibidos con un éxito reseñable de crítica y público, han sido traducidos a cinco idiomas.