La Palabra y el Fuego. Sobre Almas muertas de Nikolai Gogol
Prefacio
Agradecimientos
El autor
Almas muertas
La traición a Kopieikin
Almas muertas como poema
La llamada «segunda parte» de Almas muertas
La estructura de Almas muertas
El narrador
Los personajes
Algunos símbolos de Almas muertas
Estrategias de la ficción
El significado de Almas muertas
Gogol teórico de la historia
Una nueva edición de Almas muertas
Epílogos
Algunas fechas en la vida de Nikolai Gogol
Bibliografía
Almas muertas
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Anexo 1. Primera versión de la segunda parte de Almas muertas
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Uno de los últimos capítulos
Anexo 2. Segunda versión de la segunda parte de Almas muertas
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Uno de los últimos capítulos
Anexo 3. La historia del capitán Kopieikin. Redacción autorizada por la censura
Glosario
Almas muertas de Nikolai Gogol goza del nada despreciable honor de ser la primera gran novela de la literatura rusa del siglo XIX, además de uno de los fragmentos más hermosos, más arriesgados y más divertidos de la narrativa universal. Por supuesto, sólo alguien tan indescifrable y escurridizo como el consejero colegiado Pavel Ivanovich Chichikov podía ser el héroe de una obra en la que el lector va a percibir, desde la primera página, en todo su vigor, la frescura y la actualidad del universo gogoliano. La presente edición de Almas muertas es la única en castellano que incluye las sucesivas versiones que el propio Gogol hiciera de la segunda parte de su obra. Acompañada de un exhaustivo aparato crítico, pretende, de esta manera, ser una contribución fundamental al conocimiento de un texto formalmente complejo que durante generaciones ha martirizado a editores de todo el mundo, a la vez que recuperar, con el público de hoy, la cercanía y la complicidad únicas que este escritor ruso universal estableció con el público de su tiempo.
Nikolái Vasílievich Gógol (Sorochintsy, Ucrania, 1809-Moscú 1852) nació en el seno de una familia de pequeños terratenientes. Cuando aún estaba en el instituto escribió su primera obra, el poema Hans Küchelgarten (1828). Las malas críticas recibidas lo impulsaron a abandonar la literatura, pero pocos años más tarde, en 1831, publicó la primera parte de Las veladas en Dikanka, que resultó ser un gran éxito. Ese mi smo año entró en contacto con los círculos literarios de San Petersburgo. En 1832 apareció la segunda parte de Las veladas y en 1835 las recopilaciones Mirgorod y Arabescos (en la que se incluían los cuentos «La perspectiva Nevski», «El diario de un loco» y «El retrato»). En 1836, desilusionado por las polémicas que provocó su comedia El inspector, dejó Rusia. De 1838 a 1842 residió en Roma. En su casa de la Via Sistina escribió «El abrigo», Roma y el primer volumen de Las almas muertas, que fue aclamado por la crítica y el público. Pero su salud física y mental, ya muy deteriorada, se derrumbó al no poder acabar el segundo volumen, cuyo manuscrito quemó poco antes de morir.