Gwendolyn Townsend se siente despreciada cuando, a la muerte de su padre, toda su herencia va a parar a mons del único varón de la familia: un primo lejano a quien ni ella conoce. Como consecuencia se ve obligada a sobrevivir como institutriz. Años más tarde, su abogada la cita para que regrese a Londres ya que que han encontrado un documento por el cual si accede a casarse con el hombre que su padre eligió antes de morir, recibirá una sustanciosa fortuna. Aún así, Gwen ve el matrimonio como unja cárcel y no está dispuesta a renunciar a su libertad.
Es una conocida y galardonada reportera televisiva, que desarrolló su trabajo durante años hasta que descubrió que la ficción era más divertida que la vida real. Fue entonces cuando se decidió a emplear todo su tiempo en la escritura. En la actualidad, y tras haber recorrido todo el país, está asentada en una casa centenaria de Nebraska donde reside con su esposo y sus dos hijos adolescentes.