Andrés Cabanillas quiere escribir una tesis doctoral sobre un autor olvidado de los ochenta. Uno de los autores que aporta su testimonio a la investigación es el propio Rafael Reig. Lo que se nos presenta como tres líneas narrativas, la del estudiante, la del autor maldito, forma un tríptico irónico y fastuoso, que tiene mucho de lo que es un escritor: lo que él mismo oculta y revela, lo que queda de él, y la confesión de su verdad más profunda.