Zoológico literario escrito con la agilidad de un reportaje, lleno de rasgos de humor, que se adelantó en varias décadas a los bestiarios de Borges y Neruda. Frente a la gravedad del primero y la inventiva lírica del segundo, frente a la moral religiosa de los bestiarios medievales, este de Oteyza es una desenfadada enciclopedia de creaciones humanas, que en último término documenta la biodiversidad de su fantasía.
El madrileño de origen vasco, Luis de Oteyza nace accidentalmente en Zafra (Badajoz) el 30 de junio de 1883. De familia acomodada, tras acabar sus estudios de bachillerato se matricula en la Escuela Naval, que cierra por los descalabros de Cuba y Filipinas. Entonces se incorpora a la Escuela de Ingenieros Industriales, pero su vocación literaria y periodística lo empuja a abandonar los estudios definitivamente. Periodista, escritor, poeta y viajero, su entrevista a Abd El Krim, en el verano de 1922 le confiere gran popularidad. Agobiado por la dictadura de Primo de Rivera, en 1925 decide viajar a Extremo Oriente, y hace escala en Malasia, Filipinas y China, para alcanzar finalmente el Japón. Dos años después, junto con el fotógrafo Alfonso Sánchez Portela, realiza el vuelo Toulouse-Dakar.