Llega a Poesía Portátil los versos de Antonio Machado, poeta emblemático de la generación del 98. Antonio Machado fue el miembro más joven de la generación del 98, un grupo de intelectuales muy identificado con las tierras castellanas. La publicación de Soledades en 1903 lo reveló como poeta extraordinario y el éxito de su obra maestra, Campos de Castilla, le situó como uno de los poetas más relevantes del país. Esta selección contiene algunos de sus versos más emblemáticos, influenciados por la lírica popular y conjunción de una extrema sobriedad y sencillez formal con la emoción más sincera y humana. En esta antología destacan sus poemas dedicados a un paisaje que linda con el sueño y el amor. «Los olivos grises, los caminos blancos. El sol ha sorbido la color del campo; y hasta tu recuerdo me lo va secando este alma de polvo de los días malos.»
Antonio Machado nació en el seno de una familia culta y liberal y estudió en la Institución Libre de Enseñanza de Madrid, factores que marcaron e influyeron en su defensa de la causa republicana. Fue poeta y prosista perteneciente a la Generación del 98. Vivía en París cuando conoció a Rubén Darío, que se convertiría en un gran amigo del escritor. En Madrid conoció también a Unamuno, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez y otros destacados literatos.
Machado desarrolló una gran actividad literaria y cultural: escribió obras de teatro con su hermano Manuel, también poeta, entre las que destacan La Lola se va a los puertos (1929) y La duquesa de Benamejí (1931). Su primer libro, Soledades (1903), son poemas de carácter modernista, Campos de Castilla (1912), constituye uno de los libros más populares del poeta, Nuevas canciones (1914), Páginas escogidas (1917) y Poesías completas (1928 y 1933), entre otras obras. En 1927 fue nombrado miembro de la Real Academia Española. Tras estallar la guerra civil española, se exilió al pueblo francés de Colliure, donde murió al mes de su llegada.