Quienes producen verdadera fobia no son tanto los extranjeros o las gentes de una raza diferente como los pobres. Los extranjeros con medios no producen rechazo, sino todo lo contrario, porque se espera de ellos que aporten ingresos y se les recibe con entusiasmo. Los que inspiran desprecio son los pobres, los que parece que no pueden ofrecer nada bueno, bien sean emigrantes o refugiados políticos. Y sin embargo no existe un nombre para una realidad social que es innegable. Ante tal situación, Adela Cortina buscó en el léxico griego la palabra «pobre», áporos, y acuño el término «aporofobia», que se está imponiendo de forma exponencial. Además de definir y contextualizar el término, Adela Cortina explica la predisposición que tenemos los seres humanos a esta fobia y propone caminos de superación a través de la educación, la eliminación de las desigualdades económicas, la promoción de una democracia que tome en serio la igualdad y el fomento de una hospitalidad cosmopolita.
Adela Cortina es Catedrática de Ética y Filosofía Política en la Universidad de Valencia y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, siendo la primera mujer que ingresó en esta Academia desde su fundación en 1857. Es directora del Máster y del Programa de Doctorado Interuniversitario y de la Fundación ÉTNOR. Asimismo, es Doctora Honoris Causa por ocho universidades nacionales y extranjeras, y en diversas ocasiones ha formado parte del Jurado de los premios Príncipe de Asturias de ?Comunicación y Humanidades? y de ?Ciencias Sociales?. Entre sus obras se cuentan Ética mínima; Ética sin moral; Ética aplicada y democracia radical; Ciudadanos del mundo; Por una ética del consumo; Ética de la razón cordial; Las fronteras de la persona; Justicia cordial y Neuroética y neuropolítica.